Hadas y brujas
Las hadas están presentes. En Albières y en otros pueblos, en los arroyos o lavanderías, las hadas-manguitas golpeaban la ropa, las noches de luna llena. Cuidado con el viajero perdido que quisiera ayudarles o sucumbir a su encanto: Definitivamente sería arrastrado en el otro mundo.
Dins los caminòls, qual las a fregadasLas Mitonas ? N’i a, pr’aquò, sèt o uèitQue, quand pel solelh le campèstre es quiet,Dins de caunas son totjorn amagadas.Defòra se’n van, subrabelugadasTre que lo boièr raiva dins son lèitVan al gorg vesin mai fresc que la nuèitAmb un bacèl d’aur lavar las bugadas.Prospèr Estieu
En los caminos, quién ha rozado los cuentos de las hadas-manguitas? Todavía hay siete u ocho que se esconden en cuevas cuando hace sol. Cuando el labrador está durmiendo, ellas van al precipicio vecino para lavar ropa con una pala de oro.
En Lairière, por la noche las hadas se vuelven liebres. Pues cuando anochece, el dueño de la casa decía : « Se’n cal anar al lèit que la lèbre va passar » - « vamos a la cama que la liebre pasa ».