Los almendros están empezando a florecer, ¡una señal de que la primavera se acerca rápidamente! La oportunidad de salir a caminar para admirar los estremecimientos de la naturaleza que despierta.
En la curva de los caminos
Los almendros prosperan en nuestras tierras mediterráneas y prosperan en el matorral y al borde de las vides. Desde el principios de febrero, la primera flores blancas o rosadas aparecen en sus ramas. Algunos días más tarde, si el clima es templado y soleado, la floración se vuelve abundante e invita a contemplar la naturaleza renacida. Déjate guiar por esto dulce aroma de miel y por zumbido de abejas que también aman las flores de almendro.
Los almendros que salpican nuestros paisajes han sido muchas veces plantados para delinear las parcelas de vid. También proporcionan ambos sombra y fruta al enólogo.
Ideal para caminantes en busca de estos primeros brotes es pues buscar espacios donde la viña está presente. Las flores deslumbrantes contrastan con las vides crudas, aún desprovistas de hojas, ofreciendo paisajes encantadores.

Algunas almendras están amargo, otros no y es muy difícil hacer la distinción sin probarlos.
Canción del almendro, Léon Cordas
Ya mi ventana
tengo una nota:
filha despulhada,
la ametla trencada,
s'essmòu la flor blanca
al vent de febrero,
la fuèlha Afinada,
de cocut al pè.
por dire polida
Avelana dirá,
de amors capitadas
decir ametlons,
la man jos la FAUTA
lo jaç dins la bauca
la ametla tenderá
coma los potons;
la ametla que esperaba
cena su brèça clòt
por otras razones.
Morís la vièlha
si duras
del floc de ferratja
de un suelo ametlièr
que su ombra tèunha
cobrís su reiaume
e farà flores blancas
otro febrièr.
Por dire caucanha
Avelana dirá,
por dire ma lenha
de una vièlh ametlière.