Desde el siglo XI, Europa se cubrió con un "manto blanco de iglesias". Robustas y conmovedoras en su sencillez, estas iglesias reflejan así el espíritu del arte románico.
A partir de este período, las ruinas de los prioratos de San Miguel de Nahuze y milagros, antiguas dependencias de la'Abadía de Lagrasse, al igual que San Martín des Puits, quien es el joya del primer arte románico en Corbières Minervois. Aunque muy modesta en cuanto a volumen y planta, su única nave se abre al coro, a través de un arco de herradura, dejando al descubierto el fabulosos frescos del siglo XII.
En Corbières Minervois, todavía se pueden admirar edificios con paredes sólidas perforadas con pequeñas ventanas abiertas y con bóvedas o marcos de piedra. Las mesitas de noche son circulares o planas, como en San Martín de Gasparets.
Fechado en el siglo XII, Saint-Martin d'Escales es un muy buen ejemplo de arte románico en Corbières Minervois, con su ábside abovedado en el fondo de un horno con tres ábsides, decorado con bandas lombardas, y cuyas pequeñas ventanas se realzan con una fina cuenta de basalto negro. Así, la decoración juega con la calidad y los colores de las piedras.
En Fontjoncouse, Sainte-Leocadie Tiene la particularidad de estar construido contra las murallas medievales y está integrado en la defensa del pueblo. Te sorprenderá la elegancia y sobriedad de su portal semicircular románico, construido con piedra caliza del campo, de una tonalidad más clara que el resto de la iglesia.
Finalmente, piérdete un momento, a la entrada de este valle salvaje ... En el corazón de los viñedos de Corbières, San Félix de Castelmaure, parece estar esperando. Te conmoverá el rigor de su campanario, atravesado por una pequeña ventana cruciforme y la atmósfera de apacible soledad que emana de ella. De origen románico, fue restaurado en el siglo XIX ... si quieres visitarlo, pasa por la puerta del bodega cooperativa de Embres et Castelmaure.